¡Al fin un poco de justicia!

Finalmente se conoció la sentencia para los miembros de la banda que secuestró y asesinó a Axel Blumberg. ¡Al fin justicia!, ¿no se alegran?, yo si. El señor Juan Carlos Blumberg ya debe estar tranquilo. Lleva consigo un dolor que jamás se irá, unos codiciosos animales (con perdón de los animales), le arrebataron la vida a su único hijo. Pero al menos, hoy, sabe que los responsables estarán tras las rejas un largo tiempo.
Por lo tanto, a lo mejor, Axel esté descansando en paz, y su padre, pueda dejar de realizar marchas, elevar petitorios, y nombrar a su hijo como una victima más de la injusticia.
Ya está señor Blumberg, su deseo ha sido cumplido. Se ha hecho justicia, y realmente, en las circunstancias socioculturales que nos tocan vivir hoy, eso es un milagro.
Ahora, mantenga vivo el recuerdo de su hijo en lo mas profundo de su corazón, siga desarrollando las funciones que cumple en su fundación, y manténgase al margen de los medios y de la política.
Demuéstrenos a los escépticos, que estábamos equivocados cuando pensábamos que usted hacía política con la muerte de su hijo, y que se alineaba con los personajes más indeseables de la ultraderecha, apartándose de lo que usted señalaba como su único objetivo: La búsqueda de justicia.