Sessarpo.

¡Por el amor de Dios, que alguien pare a ese muchacho! Escuchó Sessa desde el arco de Vélez, en relación a la figura de Rodrigo palacio. En ese momento, no supo bien de donde provenía la voz. Era como un susurro, ¿alguien de la tribuna? Imposible, estaba demasiado lejos de la tribuna con hinchas del “fortín” como para oír a alguien con tanta claridad en un marco de estruendo continuo de emociones. Sin embargo, esa vocecita no lo dejaba en paz, le carcomía la mente, no le permitía concentrarse en su actividad. Supuso entonces, que se trataba de algo superior a él y al resto de los mortales, algo como una deidad que le advertía de las posibles consecuencias de dejar jugar a los que saben. Y en ese momento, en medio de tanta suposición y tan pocas certezas, se le apareció la imagen de Don José Amalfitani y le dijo: _ pero, ¿que haces ahí en el arco parado como un tarambana mientras tu equipo está en peligro?, anda, y pone en su lugar a ese pibe de una vez.
Por lo tanto, el gato levantó la pata, y le dejó un autógrafo a Rodri que dice: Con afecto, el gato, copa libertadores de América 2007.