Subir la apuesta

¿Se acuerdan de esto?
(Vale la pena volver a verlo, además lo puse subtitulado)

Bueno, cuando dejen de reírse, miren esto:

¿Qué se puede decir? Me pongo de pie y me saco el sombrero.

Periodismo Puro

Según el diario "D´Elía apagó su sed con una bebida energizante. La cilíndrica latita de color gris que tiene en sus manos lo corrobora." y agrega "Este tipo de bebidas ha sido criticada por sus “efectos nocivos” sobre la salud. Quienes las consumen buscan mantenerse despiertos y acelerados. Este tipo de producto es clásico en las fiestas electrónicas. Sin embargo, varios estudios lo han desmentido, indicando que sólo es dañina al mezclarse con alcohol. Por lo tanto, en principio, no habría que preocuparse por el bienestar del titular de la Federación Tierra y Viviendas."

Tenemos los dirigentes que merecemos y también los periodistas que merecemos.
Que mal estamos.

La saturación del Yo

"La tecnología de la época actual, además de ampliar la gama de relaciones humanas, modifica las preexistentes; al desplazarse del vínculo cara a cara al vínculo electrónico, las relaciones con frecuencia se alteran. Muchas de ellas, antes circunscritas a situaciones específicas (la oficina, el cuarto de estar, el dormitorio) se << despegan >> de sus confines geográficos y pueden tener lugar en cualquier sitio. A diferencia de las relaciones cara a cara, las electrónicas ocultan, por otra parte, la información visual (movimientos oculares, expresiones de los labios), de modo tal que la persona que habla por teléfono no puede leer indicios gestuales que le releven si el interlocutor aprueba o no lo que dice (peor aún es en las conversaciones virtuales). Como resultado, hay una mayor tendencia a crear al otro imaginario con el cual relacionarse. Se puede fantasear que el otro sienta una entusiasta simpatía o, por el contrario, un frío desagrado, y actuar en consecuencia."

Lo puesto en negrita, me pertenece.

Del libro "El Yo saturado. Dilemas de identidad en el mundo contemporáneo" de Kenneth Gergen

Hoy voy a tener sueños muuuy raros

Señoras y Señores, con uds. Blu.
Disfruten.

La última palabra

Y llegó el mail no más.
Mandaron la respuesta que todos (algunos) estábamos esperando.
¿Es lo que esperábamos? ¿Logra que dejemos nuestras dudas de lado? Veamos...

Estimada (*),
Muchas gracias por su mail, la cantidad de porciones es aproximada, por las cantidades estimada en los ingredientes se pueden rellenar aproximadamente 14 tapas.

Atte.

Servicio de Atención al Consumidor


(*) Al parecer para esta empresa sólo mujeres pueden hacer consultas sobre recetas de cocina. Mujeres que se hacen llamar Moe!!!
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La verdad es que no me dejo contento esta respuesta. Me parece que es una salida fácil que encontraron luego de meses y meses en los que se les envió casi periódicamente mensajes a su casilla para contestar una simple pregunta.
Imagino esa oficina en la que se suscitó el siguiente diálogo:

(Empleado 1) - Otra vez llega un mail de este/esta hinchapelotas preguntando por el relleno de empanadas.
(Empleado 2) - Que rompecocos, seguro que es una ama de casa que no tiene nada que hacer en todo el día y el marido le puso Internet para que se entretenga.
(Supervisor) - Contéstale cualquier gansada que con eso se va a dejar de joder y no va a mandar más.
(Empleado 1) - Listo, ya está.
(Supervisor) - Perfecto, ahora sigamos jugando al Counter Strike.

Como no soy una ama de casa, pero si un hinchapelotas, les hice saber mi descontento con su respuesta:

Estimados,
Entenderán que la respuesta que me están dando y más teniendo en cuenta el tiempo que ha transcurrido (desde el mes de febrero), no me resulta satisfactoria.
Igualmente agradezco el hecho de que luego de varios meses y numerosos mails de mi parte haciendo una simple pregunta, se hayan tomado el trabajo de contestarlo.
Atte

Moe

No creo que sirva para nada, pero al menos pienso quedarme con la última palabra.

Soy un rídiculo

Porque me sigo indignando.
Porque intento buscarle explicación a algo que hace tiempo que creo que no tiene o -peor aún- no me satisface.
Porque ya no sé a quién culpar.
Porque en seis meses voy a estar sufriendo de nuevo por otra con distinto nombre.
Porque hoy me crucé con uno de esos en la calle y le mantuve la mirada esperando que me diga algo para poder descargarle toda mi frustración.
Porque digo que hay que estar con la frente en alto y poner el pecho, pero cuesta.
Porque no me queda otra que soportar que se rían de mí, mirándolos y sin poder decir nada.
Porque el domingo voy a estar ahí, esperando ganar.

El Juego de las Coincidencias

Diario Libération de Francia



Revista Newsweek Argentina de hace unas semanas atrás

¿A que no sabés de dónde te estoy leyendo?

Yo sé que después de tanto tiempo de usar internet y de ya llevar unos cuantos meses escribiendo aquí, me tendría que haber acostumbrado. Pero la verdad es que no puedo dejar de sorprenderme y hasta emocionarme de pensar que alguien en Puerto Rico, en Venezuela o en cualquiera de todos esos lugares tan remotos que allí aparecen (y algunos otros que no están en el top ten pero que día a día aportan visitantes) se sienta frente a su computadora para ver qué es lo que aquí tenemos para decir.
Casi casi que me siento una estrella de rock.

Cuando hay poco para decir....

... es bueno deleitarse.