El viernes salió un rato antes de la oficina. Estaba contento porque acababa de firmar un nuevo convenio para construir una torre de edificios en Caballito.
-Ojalá no vuelva a llover- pensó mirando al cielo que estaba cubierto de nubes.
Caminaba lentamente por Paraguay recordando viejos momentos. Al llegar a Florida dobló y encaró para la plaza.
En la esquina de Marcelo T. de Alvear y Florida, compró un ramo de fresias.
-Ese de ahí, el de las flores amarillas.
-Seguro que le van a gustar- dijo el vendedor, intentando comenzar una conversación.
-Espero les gusten- pensó y se fue caminando lentamente por San Martín, hacia el bajo.
Cuando llegó a Libertador se acercó hasta los bloques de mármol, pasó suavemente una mano abierta por uno de ellos, dejó las flores en el piso y se retiró respetuosamente hasta un banco cercano.
Se sentó silenciosamente apoyando los codos sobre sus rodillas y se largó a llorar tapandose la cara con las manos.
Lloraba pensando en aquellos que no tuvieron su suerte y no habían podido volver.
Lloraba pensando en sus amigos, que un día de hace 25 años atrás habían caído en un monte lejano, rodeados de flores amarillas.
-Ojalá no vuelva a llover- pensó mirando al cielo que estaba cubierto de nubes.
Caminaba lentamente por Paraguay recordando viejos momentos. Al llegar a Florida dobló y encaró para la plaza.
En la esquina de Marcelo T. de Alvear y Florida, compró un ramo de fresias.
-Ese de ahí, el de las flores amarillas.
-Seguro que le van a gustar- dijo el vendedor, intentando comenzar una conversación.
-Espero les gusten- pensó y se fue caminando lentamente por San Martín, hacia el bajo.
Cuando llegó a Libertador se acercó hasta los bloques de mármol, pasó suavemente una mano abierta por uno de ellos, dejó las flores en el piso y se retiró respetuosamente hasta un banco cercano.
Se sentó silenciosamente apoyando los codos sobre sus rodillas y se largó a llorar tapandose la cara con las manos.
Lloraba pensando en aquellos que no tuvieron su suerte y no habían podido volver.
Lloraba pensando en sus amigos, que un día de hace 25 años atrás habían caído en un monte lejano, rodeados de flores amarillas.
1982 – 2007
25 años
Malvinas Argentinas
8 comentarios:
Es muy lindo lo que escribiste.
Te felicito, me gusto mucho.
Me hiciste emocionar.
Saludos y sigan escribiendo asi de lindo.
buen blog chico, salute.
¿Es verdad esa historia?
Se convirtio en un unipersonal esta pagina o me parece a mi?
Burbuja:
Esta historia puede que sea verdad, puede que le haya pasado a alguien, pero lo cierto es que nadie me la contó y que no tengo noticias de que alguien haya llorado en un banco de esa plaza. De lo que estoy seguro es que alguien esta contento porque va a construir una nueva torre en Caballito.
Anónimo:
Tengo fuertes razones para decir que mis compañeros estan tomando impulso para saltar más alto. Estamos planeando cambios y cosas nuevas para el blog. Es cuestión de días.
Saludos
Moe
Igualmente debo decir que me esta hinchando un poquito esto de ponerme el blog al hombro...
la verdad, muy bueno.
y cargueselo al hombro nomas q le esta saliendo bastante bien
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