Leyendo los mensajes que aparecieron en lo último publicado por mi, me surgió la pregunta que da nombre a esta nueva publicación.
La verdad es que creo que nadie sabe que es eso de votar bien. Lo que si se es que no es ir arreglado al cuarto oscuro.
Supongo que lo ideal, es elegir a la persona que mas se acerca a nuestras líneas de pensamiento.
Sin embargo, si ponemos como marco de referencia las últimas elecciones nacionales, lo que yo interpretaba cuando alguien decía: “hay que votar bien”, es que existían dos opciones, elegir al candidato oficialista, o al candidato opositor que mas batalla le presentaba.
De esta manera, se supone que si a mi me parece que lo hecho por el candidato oficial es mejor que lo que me promete hacer el candidato opositor, debo elegirlo, y de lo contrario, deberé darle mi voto al contendiente, aún cuando no sean de mi absoluta preferencia, con el fin de no malgastar mi elección.
Muchos suponen que votando así, logran mejores resultados que siguiendo sus ideas políticas, que a veces están encarnadas en partidos que no son ni siquiera elegidos por sus propios fiscales de mesa.
Si somos fieles a los propios ideales, es muy claro que esta tendencia de voto no es la mejor. Pero si nos manejamos por los resultados, tal vez sea la forma más efectiva de actuar.
Como quien dice, se busca el mal menor.
La verdad es que creo que nadie sabe que es eso de votar bien. Lo que si se es que no es ir arreglado al cuarto oscuro.
Supongo que lo ideal, es elegir a la persona que mas se acerca a nuestras líneas de pensamiento.
Sin embargo, si ponemos como marco de referencia las últimas elecciones nacionales, lo que yo interpretaba cuando alguien decía: “hay que votar bien”, es que existían dos opciones, elegir al candidato oficialista, o al candidato opositor que mas batalla le presentaba.
De esta manera, se supone que si a mi me parece que lo hecho por el candidato oficial es mejor que lo que me promete hacer el candidato opositor, debo elegirlo, y de lo contrario, deberé darle mi voto al contendiente, aún cuando no sean de mi absoluta preferencia, con el fin de no malgastar mi elección.
Muchos suponen que votando así, logran mejores resultados que siguiendo sus ideas políticas, que a veces están encarnadas en partidos que no son ni siquiera elegidos por sus propios fiscales de mesa.
Si somos fieles a los propios ideales, es muy claro que esta tendencia de voto no es la mejor. Pero si nos manejamos por los resultados, tal vez sea la forma más efectiva de actuar.
Como quien dice, se busca el mal menor.
3 comentarios:
pero eso es una mierda, es como ir a votar para cagar al otro no por que le crees al que vas a votar.
si, eso se llama falta de lealtad a las ides.
Buena nota. Buena reflexión. Es lo mismo que ocurre con la televisión. La libertad de elección (de un canal, un Presidente, etc.) se ve limitada por la cantidad de información, sobreinformación y desinformación (que tal vez sea lo mismo) que nos invade. Por lo tanto, la libertad de elegir no es tal para todos, ya que no todos estamos preparados de la misma manera para que, en vez de poner a Tinelli y reirme un rato cuando vuelvo cansado del trabajo, preferir "informarme" realmente un poco de lo que nos está pasando como país.
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